Una causa justa y necesaria: Transformacion Universitaria

Por David Figueroa

Presidente FCU-UNEG
23 años
La transformación universitaria es un medio más para alcanzar una sociedad más justa, donde la desigualdad reinante producto de la falta de oportunidades para las mayorías puedan superarse por posibilidades de progreso y emprendimiento de los saberes populares y el pueblo organizado.

 
La universidad forma al estudiante para que tenga las suficientes capacidades para afrontar los embates de la sociedad actual, sin embargo Venezuela no necesita más de esta sociedad donde la pobreza económica e intelectual mantuvo por muchos años ocupada al ciudadano en labores mediocres (como ver programas de televisión poco educativos, distracción, bombardeo de propaganda y publicidad consumista, etc.) y donde la universidad ha jugado un papel fundamental en la supresión de iniciativas productivas, investigación científica y reflexión de la dinámica mundial para proporcionar soluciones a los problemas mundiales. La universidad se ha dedicado a la formación del humano autómata que recibe órdenes y se conforma con ser asalariado.

 
La juventud progresista, abierta al debate y a la concertación de ideas, formadora de conciencia, participe de las comunidades y luchadora de las reivindicaciones estudiantiles entiende que la universidad actual mas allá de cumplir la función de generar conocimiento se ha convertido en un simple instrumento más de la política del país, donde algunos sectores buscan mantener sus intereses y que ante su problemática de seguir haciendo sus negocios, utiliza a estudiantes (como forma de sensibilizar al gobierno) para pedir más dinero.

 A estos estudiantes no les interesa en ningún momento la transformación de una universidad porque dicha transformación no responde a sus intereses económicos, simplemente utilizan el discurso de las reivindicaciones estudiantiles como forma de hacer ver una supuesta lucha justa, en la cual nunca mencionan la rendición de cuentas de las autoridades universitarias de forma pública a la comunidad, porque dicha rendición es imposible, ya que no ay manera de mostrar, o mejor dicho tapar, el verdadero uso que se le ha dado a los recursos presupuestarios.
La ejecución del presupuesto universitario dista mucho de ser una práctica clara y confiable. Gastos innecesarios, viáticos para la “formación” en el exterior, Fundaciones de universidades que tercerizan obreros para limpieza y vigilancia y además poseen hoteles, rentas, teatros, estadios, centros comerciales, etc., son algunos de los elementos que la universidad posee y nunca los estudiantes, trabajadores y muchos profesores jamás sabremos cómo se administran. Sin contar aquellas universidades que en los procesos de auditoría han mostrado poseer contratos millonarios con empresas privadas y hasta del mismo estado (PDVSA, Empresas Básicas, Empresas privadas, etc.) y ni siquiera esto significa algún beneficio para la universidad.

 
¿Cómo podemos pedir más dinero cuando nunca se rinde cuentas de los recursos? Queda claro que lo primero que tenemos que exigir como estudiantes es la rendición de cuentas de las autoridades universitarias, las cuales en su mentalidad elitista, le restan total importancia a este tema ya que es más fácil desviar recursos a los gastos oscuros y dejar a la deriva los servicios estudiantiles, con el fin de generar la desestabilización del estudiante y sea este que en búsqueda de justicia, de una comida digna, de un buen transporte y de una mejor beca, el que salga a protestar, bajo el discurso que las autoridades promocionan muy tranquilamente, mientras cobran sus sueldos, bonos y demás beneficios y con el resto del presupuesto, hacen de las suyas.

 
Los estudiantes revolucionarios no estamos en contra de la academia, de la investigación y la autonomía; al contrario, la defendemos y la impulsamos porque estamos seguros que esa es la razón de ser de la universidad, sin embargo, ¿Sera justo que el profesor en su proceso de formación, haga un postgrado en el exterior con el dinero que le otorga la universidad, y después de eso realice cursos los cuales cobra muy costosamente en la misma universidad? ¿El profesor como retribución al estado por recibir dicho beneficio, debería contribuir con el mejoramiento del alumnado? ¿El profesor no debería ser en todos los casos, más humilde después de hacer algún postgrado en el extranjero, en vez de creerse la eminencia del conocimiento? ¿Por qué no se actualizan los pensum de estudios con los conocimientos de vanguardia de la misma manera que los Consejos Universitarios (pareciendo agencias de viajes) aprueban viáticos y gastos suntuarios?

 
Teniendo este panorama presente, habría que considerar que la democracia y el gobierno universitario son más o menos parecidos a cualquier dictadura común. El rector y el resto de sus autoridades deciden qué hacer con los recursos y que proyectos y líneas de acción debe tomar la universidad. Seguramente los estudiantes, trabajadores y profesores, además de las comunidades y sectores del país les gustaría participar en el proceso de la filosofía de gestión y en la adaptación de la universidad a las necesidades reales del país.

 Hoy por hoy, la universidad en toda su estructura es netamente operativa y los estudiantes regulares no tienen ni la mas mínima idea de la utilización del presupuesto, mucho menos participan en la construcción del mismo, sin contar con el hecho de que su voto no vale en comparación con el voto profesoral (y de paso, solo los profesores fijos votan, los contratados no) y los trabajadores que pudiendo tener ideas para aportar o el derecho constitucional de participar en los procesos internos de la universidad, no lo pueden hacer.

 
No se le puede seguir pegando parches a esta universidad tradicional, su estructura está podrida, su dinámica de funcionamiento arroja vicios e ilegalidades, se planifica su acción entre cuatro paredes, se ignora las necesidades del país, se desconoce el uso de los recursos, se investiga para engrandecer los currículos de los profesores (muchos de los cuales hacen postgrados solo con la ambición de ser rectores u otra autoridad), no se rinde cuentas y su democracia es retrograda.

 
Los estudiantes revolucionarios, conocedores y estudiosos de esta realidad, luchamos por la transformación de la democracia universitaria para la participación en igualdad de condiciones de tal manera que los espacios de decisión no estén secuestrados en pocas autoridades sino que estén en mano de todos los miembros de la comunidad universitaria e inclusive, proponiendo mecanismos donde las comunidades y demás sectores del país puedan tener incidencia y participación en la gestión y construcción de la nueva universidad, por el impulsos de currículos y pensum de estudio que estén en capacidad de formar un ciudadano que responda al país y genere proyectos y nuevo conocimiento para garantizar el desarrollo, por la transparencia en el uso del presupuesto y la participación de los estudiantes en su construcción (contraloría), por la mejoría de los servicios estudiantiles y la no utilización de la universidad como mecanismo para desestabilizar el país. Somos estudiantes que estamos abiertos a la participación de todos y todas, ya que estas luchas no tienen exclusión de ninguna ideología, al contrario, llama a participar a todos y todas.

 
¿Por qué estos dirigentes estudiantiles de la oposición, no luchan por estas ideas? La universidad venezolana, teniendo o no teniendo dinero, siempre ha funcionado de la misma manera porque es una cultura histórica de burocratización y corrupción ¿Sera que con más dinero se solucionara todas estas deformaciones ideológicas y culturales? O por el contrario ¿Afianzara la problemática ya existente? Evidentemente existen estudiantes de oposición que seguramente tendrán ideas para aportar y querrán la mejoría del sector universitario, pero mientras tanto, son liderizados por estudiantes, los cuales dicen que rendir cuentas es un “cliché” o ante la incapacidad de debatir y confrontar las verdades de las autoridades que ellos defienden, usan la martirizacion y la lastima (se encadenan o simulan huelgas de hambre) para intentar obtener reivindicaciones y hacerse ver como lideres frente a la masa estudiantil. La transformación universitaria y la concreción de una universidad abierta al pueblo no se lograra con este tipo de chantajes, al contrario, solo es un intento más de sembrar desestabilización del país para llevarlo a la intranquilidad y generar provocaciones de violencia entre todos los sectores. Los estudiantes revolucionarios ya aprendimos a responder lo que realmente merece una respuesta y a ignorar lo que raya en la ridiculez del día a día por parte de estos sectores.

 
Solo me queda recordar que la UCV, UDO, UC, ULA y LUZ se llevan sola el 55% del presupuesto y atienden 300.000 estudiantes, las demás 60 instituciones públicas se llevan el 45% restante y atienden más de 2.000.000 de estudiantes.

 
Para hace una comparación mas ilustrativa, la UCV con 60.000 personas entre estudiantes, trabajadores y profesores tiene un presupuesto 3 veces mayor que la Alcaldía de Caroní, la cual asfalta, hace canchas, construye y mantiene escuelas, paga todos sus funcionarios, pinta, limpia la ciudad, mantiene servicio de transporte público, etc., atendiendo una ciudad de casi 1.000.000 de personas.

 
Antes de reclamar o solicitar una supuesta necesidad de dinero ¿Sera necesaria la transformación universitaria?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario